jueves, 22 de diciembre de 2011

Autosatisfacción

Tenia 17 años, mis padres divorciados, vivía unos meses con cada uno de ellos. Mi padre, hombre de buena posición económica, convivía en una hermosa casa con su nueva pareja, una Sra. de unos 40 años.

Disfrutaba mucho el vivir con mi padre, es muy ostentoso y los meses que vivía con el lo hacia como un rey. Pero mucho más disfrutaba lo que les paso a contar: Muchas noches mi padre, hombre de negocios, salía a cenar con su Sra.; me gustaba mucho quedarme solo, eran momentos que aprovechaba para masturbarme como se me antojara.

Lo primero que hacia era revisar la ropa interior de esta Sra. llamémosla Silvia, me encantaba tocarla, mirarla, ponérmela, me dirigía al baño a buscar alguna ropa interior colgada y finalmente me dirigía al cesto de ropa sucia, donde revisaba y revisaba, hasta encontrar el premio mayor, una tanguita sucia, con olor, manchada…ah..si!..como gozaba, no podía dejar de olerla y tocarme al mismo tiempo, me excitación era tal que llegaba a pasarle la lengua también, finalmente acababa y me tranquilizaba.

En una ocasión mi padre viajo por negocios con unos socios así que me quede solo en casa con Silvia, ella tenia una vida social, muy activa también, asi que nos veíamos poco. Una noche salio a cenar con sus amigas y aproveche para el rito casi diario de mi masturbación, no conforme con tener su ropa intima sucia en mis manos, decidí buscar en los cajones de mi padre alguna foto algo sexy de ella, fantaseaba con encontrar fotos desnuda de ella, pero lejos de eso, solo encontré fotos familiares, revisando me quede observando una donde ella estaba en malla tomando sol…me gusto, me excito, decidí tenerla…me dirigí a mi habitación, termine de sacarme la poca ropa que tenia..me acosté…puse su tanguita en mi cara..con una mano observaba su foto y con la otra me pajeaba lentamente, disfrutaba cada segundo de esa paja, finalmente acabe, y me limpie con el papel higiénico que siempre tenia preparado bajo mi cama.

Era una rutina luego de acabar, dirigirme al baño, vestirme y a veces mirar un poco de TV. Pero esa noche, seria por la hora, ya tarde, o por lo extenuado de la paja, me quede dormido. Abrí los ojos, era sábado por la mañana, no tenia compromisos de estudio, mire la hora, 10:15 AM, miro hacia mi puerta y estaba cerrada me observo y me quede pálido, estaba desnudo con la prenda intima de Silvia hacia un costado de la almohada y su foto a un costado de mi brazo. No puede ser posible pensé, me quede dormido, la puerta estaba abierta, ya que siempre estoy solo cuando realizo mis pajas, me dio muchísima vergüenza, era seguro que Silvia había llegado a la noche tarde y me cerro la puerta para que no me despierte con ruidos.

Me levante, abrí mi puerta despacito y me dirigí rápidamente al baño, Salí de el y lo único que pedía era que Silvia hubiese salido a hacer compras o lo que sea para no verla, pero no, estaba en la cocina haciendo tareas domesticas.

-- Buen día! Me dijo, casi sin mirarme

-- Buen día. Le conteste con un hilito de voz que parecía de jardín de Infantes. Me hizo el desayuno y casi no cruzamos palabras.
No podía dejar de pensar en eso, y a veces ese estado de vergüenza pasaba al de excitación desmedida al imaginarme la situación, ella observando mi cuerpo desnudo con sus prendas intimas en mi cama, su foto, todos signos mas que evidentes de que me masturbaba pensando en ella…Que habrá sentido?, Se habrá excitado?, pensara que soy un pervertido?...en fin, miles de interrogantes volaban por mi cabeza.

El sábado prosiguió normalmente, por la tarde llegaron amigas de Silvia a tomar el te y hablar de miles de cosas al mismo tiempo yo salí un rato a visitar amigos. Ya anocheciendo, regrese y Silvia en la cocina me pregunto si quería cenar, le conteste que si, tenia mucho apetito. Cenamos, me contó algunas cosas, nada importante y se fue a la habitación.

– Hasta mañana, que descanses. Me dijo.

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